La Biodiversidad de Guatemala
La biodiversidad que tenemos en nuestro territorio es inmensa, haciéndonos valer el título de país megadiverso. En una extensión de 108,889 kilómetros cuadrados, tenemos una variedad de micro-climas que permiten albergar diversas especies de flora y fauna.
La naturaleza en Guatemala es tan valiosa para todos y todas, pero cada día afronta problemas de uso irresponsable de los recursos, sustitución de bosques por monocultivos, incendios forestales, contaminación de ríos y lagos. Además, los efectos del cambio climático son más sensibles en un país vulnerable al riesgo, afectando a comunidades del área rural por desastres naturales como sequías, inundaciones y deslizamientos de suelo.
Conservar y restaurar la riqueza natural de Guatemala está en nuestras manos, y aquí te presentamos:
Cinco Maneras de Conservar Nuestra Biodiversidad
1. Restaurando Ecosistemas
¿Alguna vez has sembrado un árbol? No hay nada como ver una pequeña planta crecer hasta ser un majestuoso árbol. Es triste pensar que en lo que va del año hemos perdido miles hectáreas de bosque. Aunque existen iniciativas de reforestaciones en escuelas, comunidades y la sociedad, estamos olvidando un factor importante.
Los bosques de Guatemala son de todos colores, formas y tamaños. Si solo sembramos una o dos especies como pino y ciprés, nuestros bosques pierden su funcionalidad al no tener integridad ecológica. ¿Cómo pasa esto? Pensemos en una ciudad, cada habitante tiene una profesión u oficio distinto, entre todos intercambian bienes y servicios para que todo funcione adecuadamente. ¿Qué pasaría si en una comunidad solo hubieran panaderos?
Lo mismo pasa con los bosques, necesitamos varias especies para evitar la vulnerabilidad a plagas que afecten a una sola especie, como el gorgojo. Recuperar las especies nativas como el nogal, el jaboncillo y el encino, es de suma importancia.
2. Fortaleciendo y creando áreas protegidas
Según el Sistema Estadístico Forestal de Guatemala, la cobertura de bosques en el país es de 43,578 kilómetros cuadrados. ¡El 40% del territorio nacional!
Hasta ahora el CONAP registra 336 áreas protegidas públicas y privadas. Algunas de ellas no cuentan con la formación e insumos suficientes para conservar sus recursos. Por eso, trabajar integrando a municipalidades, instituciones de Gobierno y no gubernamentales es fundamental para el fortalecimiento de las áreas protegidas. Además, sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de los bosques es clave para la creación de nuevas áreas, pudiendo aprovechar los beneficios que estas reservas proveen.
¿Sabías que Guatemala forma parte del gran Corredor Biológico Mesoamericano? Un conjunto de áreas protegidas y reservas naturales que celebra la biodiversidad del istmo, promoviendo su protección y conservación. Desde México hasta Panamá se hacen esfuerzos por mantener esta conectividad biológica que enriquece a la región.
3. Educando en Ecología y Ambiente
Más allá de la materia de Ciencias Naturales que llevabas en la escuela, fortalecer el compromiso de la persona con su entorno natural es el objetivo. Entender que formamos parte de un ecosistema que nos provee de servicios ambientales como agua, resiliencia, energía, entre otros. Si se pierden los bosques y su diversidad, prescindimos de estos servicios.
La educación es primordial en cualquier iniciativa para conservar nuestra biodiversidad, de esta depende que los resultados puedan sostenerse a largo plazo. Trabajar junto a tu comunidad para tomar acción es algo que empieza con la sensibilización del problema y la formación de soluciones. Debemos cuestionarnos ¿Cómo mis acciones y hábitos afectan mi entorno? ¿Cómo podemos evitar seguir impactando negativamente en nuestro ecosistema? y sobre todo ¿Cómo mis acciones afectarán el acceso a los recursos naturales?
El cambio climático es un hecho, hay menos lluvias, más calor y fenómenos meteorológicos más intensos. Si no nos preparamos ante estos eventos, somos más vulnerables al riesgo. Debemos informarnos sobre qué acciones podemos poner en práctica para aumentar nuestra resiliencia al cambio climático.
4. Manejando Integralmente el Fuego
La mayor amenaza de los bosques son los incendios. Hasta abril de este año se habían registrado 50 incendios en Sololá, de ellos tan solo 2 fueron denunciados. Las zonas afectadas son difíciles de acceder, quienes más cerca se encuentran son las comunidades rurales.
Entonces, ¿cómo minimizamos el impacto?
- Los incendios pueden prevenirse si creamos conciencia en la población sobre la importancia de los bosques y el control de los fuegos por quema agrícola.
- Se puede evitar que los incendios se propaguen sin control cuando creamos barreras naturales. Las barreras cortafuegos son espacios en el bosque sin combustible para que el incendio se expanda a una zona más grande.
- Por último, podemos empoderar a los mismos habitantes de las comunidades colindantes, capacitándolos como bomberos forestales comunitarios y equipándolos con herramientas necesarias para combatir incendios.
5. Invirtiendo en Investigación
Qué sería de nuestros esfuerzos por conservar la biodiversidad si no innovamos, si no encontramos nuevas y mejores maneras de restaurar los ecosistemas. Es importante generar espacios donde se propicie la investigación contextualizada a la diversidad biológica de Guatemala. Apoyar a voluntarios, estudiantes nacionales e internacionales es parte de la creación de una Guatemala que permanece megadiversa.
En Vivamos Mejor estamos comprometidos con abrir estos espacios, especialmente en nuestro Centro de Educación para el Desarrollo Rural y Adaptación al Cambio Climático. Puedes tener más información aquí.
Si llegaste hasta aquí, gracias por tomarte el tiempo de leer estas 5 maneras de conservar nuestra riqueza biológica. Tú también puedes crear impacto en tu comunidad. Comparte y comenta en la publicación de facebook otra manera que tengas en mente o estés llevando a cabo para conservar la Biodiversidad de Guatemala.
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