Creo que el cambio comienza desde lo local, y mi labor diaria en AVMG honra el legado de lucha de mis padres por el bien común. Mi formación en agroecología me ha permitido comprender la conexión entre la madre tierra y el ser humano, valorando saberes ancestrales y científicos. Ver cómo las comunidades aplican aprendizajes y recuperan la agrobiodiversidad local me motiva profundamente. Aunque el camino es largo, en AVMG nunca camino sola.